El mundo está governado por leyes matemáticas, ¡no Dios!

La ciencia descubre cómo Dios hace que ocurran las cosas, pero no puede aclamar el conocimiento de la verdadera fuente de los sucesos.

La razón sencilla de este reto es que el concepto de Dios en el Cristianismo se ha distorsionado. La culpa de esto la tiene, sobre todo, la iglesia, y también es culpable de las equivocadas afirmaciones que hizo y que la puso en conflicto con el nuevo conocimiento descubierto en la ciencia. La idea de Dios que tenían los griegos antiguos, era como de un relojero que pone al universo en marcha y después lo deja solo. El concepto cristiano de Dios se hizo con la idea de Dios encarnandose en Jesus y "penetrando en Su creación para ayudar". De este modo se estableció la idea de que Dios interviene de vez en cuando, pero que está separado de Su creación. A partir de entonces cuando una ley natural era descubierta la respuesta era: ¡!Ahá!, no hay intervención aquí, sólo una regla sencilla". De este modo,Dios estaba reducido a existir sólo en los huecos del conocimiento humano. Los éxitos de la física clásica trajo la afirmación de la verdad inquestionable y su descripción de los bloques elementeales de la naturaleza. Esto disyuntó toda función por parte de Dios en todo, excepto una capacidad esotérica espiritual. Con la caida de las teorias de la física clásica, la puerta se abrió a estas equivocaciones. Ya no podemos decir que nuestras teorías de los bloques elementales de la naturaleza son la verdad inquestionable.

Ver:

The Basis of Knowledge

del libro en internet: 

Islam for the Western Mind

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